QUEREMOS SER COMO TÚ, SAN MARTÍN DE PORRES...
Las comunidades de El Salvador de la Provincia San Martín de Porres, nos reunimos para celebrar la fiesta de nuestro Patrono en la comunidad de la OSDA, el domingo 3 de noviembre, la cita inició a las 4 de la tarde y llegamos con anticipación para aprovechar el tiempo y compartir con todas; el saludo muy fraterno y alegre nos va colocando en el ambiente de fiesta.
Pasamos luego a la capilla para iniciar la oración que nos introduce en las cualidades del santo y nos recuerda que sirve y atiende a todos, pero no todos lo comprenden, cómo él alcanzó la santidad sin destacar como predicador, teólogo, misionero, mártir o artista. Destacó como religioso humilde y sencillo.
Martín, el negro, tienes el alma blanca nos dice el himno, y apagas el fuego del odio y derramas caridad con todos.
El salmo nos afirmaba que sólo el fuerte puede ser humilde porque su fortaleza es la gracia de Dios y así profundizando llegamos a la lectura de Filp. 2, 3-6 que nos invita a tener los mismos sentimientos de Cristo, el cual siendo de condición divina…
Y así se nos invita a reflexionar en parejas dos preguntas:
1.- ¿Qué rasgos de San Martín de Porres, me invitan a potenciar en mi vida?
2.- ¿Mis sentimientos están de acuerdo con los sentimientos de Jesús?
Luego compartimos lo reflexionado a todo el grupo según nos inspira y fue así que se enriqueció muchísimo la oración formulando reflexiones que resaltan la virtudes de San Martín como la Caridad que le hizo ser una persona fuerte y fiel a su vocación, servía porque amaba y así reconoció que todo viene de Dios, mantuvo los ojos muy abiertos para poder ver las necesidades más urgentes de los demás y acudir en su ayuda, el no tener estudios no le limito en nada, porque su conexión con Jesús fue la oración y así descubrió su riqueza interior y la puso en práctica, su motor fue descubrirse habitado por Dios; estas fueron algunas de las reflexiones compartidas por las hermanas que nos comprometen a potenciarlas y revisar como vemos, tocamos y estamos con los demás sobre todo los pobres y desprotegidos, a hacer todo lo encomendado, sin que nadie se entere, sin buscar beneficios propios.
Luego pasamos a compartir la comida preparada para todas: atol de elote, elotes, pan con pollo y el pastel. Felicidades a todas, fue una linda tarde.
H. Ana María Monterrosa