Iniciamos esta segunda jornada de este tiempo de gracia. Las lecturas del día iluminaban nuestra reflexión:
“Este es el camino, camina por él… te dará lluvia para la semilla que siembras en el campo, y el grano de la cosecha del campo será rico y sustancioso…”, justamente, es lo que experimentamos, aún con todas las dificultades de este último tiempo, aún a pesar de las limitaciones y que muchas veces caminemos o no, Él se mantiene firme a nuestro lado y, cuando es necesario, nos dice bajito por donde tenemos que ir.
El día se dedicó a continuar la lectura de la memoria de Hna. María Teresa Henríquez, quien en su momento dio la palabra Hna. María Teresa Malagarriga, cada una fue desgranando en su relato, las actividades, que en la misión encomendada habían realizado, en varios momentos, dicho lectura se detuvo para dar lugar a comentarios, preguntas, reflexiones, aportaciones de la asamblea. Se agradeció luego a cada una de las hermanas que prestaron el servicio de la animación en el gobierno.
Por la noche, las hermanas prepararon una oración muy sentida en la que en forma silenciosa se pidió perdón por lo que cada una necesitase, se buscaba estar en sintonía con nosotras mismas, con cada una de las hermanas y con Dios. Acto seguido, se hizo como una ofrenda de agradecimiento a cada una de las hermanas del consejo saliente, esto propició un momento fraterno muy significativo que culminó con la entrega de una luz encendida por parte de Hna. Ana Belén Verísimo García a las hermanas finalizaron este servicio, el canto de la Salva y Santo Fundador.
