Yo, Víctor Ico Chen tengo 36 años de edad, mi esposa se llama, Santos Filomena Gualip Toc, tengo dos hijos y una hija de 7, 5 y 3 años de edad. Vivo en la aldea Nápoles municipio de San Miguel Uspantán, Quiche, Guatemala.
En mi aldea no hay oportunidad de empleo y soy de escasos recursos económicos, por lo cual me decidí emigrar a Estados Unidos para poder mantener a mi familia y darles mejor calidad de vida. El 14 de abril Salí de mi casa y el 25 del mismo mes llegue a la migración, desafortunadamente me detuvieron, y me encerraron por tres meses sin alimentación completa, no me daban oportunidad de comunicarme con mi familia, me convirtieron en esclavo porque me obligaban a hacer cosas que no quería hacer y no logré cruzar.
El 26 de julio me obligaron a firmar un documento para mi deportación a Guatemala, lo tenía que hacer porque estaba amenazado a muerte, el mismo día me deportaron, me subieron en un avión, me vendaron los ojos, ataron de manos y pies con cadena, al entrar en el Avión me encomendé en las manos del Señor le pedí que me ayudara porque no sabía quién me iba a recibir en el Aeropuerto, los de la migración de Guatemala, nos dieron la bienvenida y desaparecieron. Con mucho miedo salí a la calle para ver si alguien me estaba esperando, en ese momento de sorpresa vi a mi cuñada Pascuala con gran emoción me dio la bienvenida, claro, a la ves con una gran tristeza.
En el avión me dieron un saco rojo donde colocaron unas botellas de agua con unas galletas y los papeles de deportación. Las Hnas. Dominicas de la Anunciata de la zona 3 me acogieron con alegría, yo estaba muerto por dentro. Al siguiente día viaje a reunirme con mi familia, ellos me esperaban con mucha alegría, mi esposa y mis hijos me recibieron con nostalgia, habían abrigado la esperanza de un futuro mejor.
Para mí, llegar a Guatemala es una gran tristeza porque no era lo que yo quería, tenía un sueño de vida diferente para salir adelante, luchar y darles lo mejor a mi familia. Ahora estoy al lado de mi familia viviendo la triste experiencia de ser emigrante, sin oportunidades de trabajo digno y con una deuda de Q.51, 000.
Esta es la fotografía de mi familia, mi esposa, mis dos hijos y mi nena de 3 años.
Lancetillo, la Parroquia San Miguel Uspantán Quiché
27 de julio de 2018.