Pastoral Educativa
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“La cultura vocacional como eje transversal del currículo”
“Dios es el eternamente llamante, llama porque ama. ¡Qué triste si nadie nos llamara!”
P. Amadeo Cencini
El sábado 21 de septiembre de 2024, fuimos convocados por las Hermanas Dominicas de la Anunciata para compartir el taller: “Cultura Vocacional como eje transversal del currículo”; impartido por H. Rosalina Chavarría, delegada de Educación de la Provincia y Gabriela Montiel, representante del equipo de educación provincial de laicos. Por la lejanía de los lugares, la representación era pequeña, pues se trataba de que los asistentes lo replicaran en sus centros, aun así, estuvimos presentes 40 docentes en Santa Cruz del Quiché, sede del taller. Fue un encuentro fraterno entre laicos y hermanas de los diferentes centros educativos de Guatemala, a excepción de Cahabón.
Iniciamos con la presentación del tema y sus objetivos:
Objetivo general:
Clarificar la relación que existe entre la cultura vocacional y la educación desde el Carisma Anunciatista para reflexionarla y trabajarla como eje transversal en el currículo.
Objetivos específicos:
Delimitar qué se entiende por cultura vocacional en los centros Anunciatistas de Guatemala.
Dar pasos precisos para vincular el tema de la C.V. en el currículo.
Brindar material para la puesta en práctica de la Cultura Vocacional.
Del último objetivo, se explicó que era una tarea pendiente, porque es un compromiso asumido por el Equipo de Educación Provincial, él se encargará de que todos los Centros Educativos de la Provincia tengan un manual con orientaciones y lineamientos claros de cómo vincular la cultura vocacional como eje transversal en el currículo.
Seguidamente se hizo una oración sobre el Sínodo, pequeña pero muy sentida, luego sondeamos sobre el concepto de cultura entendiéndolo como una forma de vida... cambiante, en movimiento.
La estrategia del taller facilitó la comprensión, ya que, a través de la vivencia, la experimentación y la participación se fortalecía la teoría.
La primera parte del taller, conocimos sobre el componente, Mentalidad-teología vocacional, nos invitaron a moldear, algo de la creación y eso nos llevó a la reflexión de que todas y todos somos capaces de ser creadores, cuidadores de la vida y entender que tenemos una vocación. Por lo tanto, sabemos que Dios es Padre y Madre, un Dios que llama constantemente a la vida, a seguirle.
La segunda parte, giró en torno a la Sensibilidad-espiritualidad vocacional, que se refiere a las ideas convertidas en convicciones. Vivimos la experiencia de la vasija de barro, con una meditación que nos llevó a silenciarnos y con preguntas que generaban reflexión; una vasija de barro, mi vida creada y moldeada por Dios; además, una experiencia de pasar la vasija al compañero/a de a lado, “tengo en mis manos una vida que también fue creada y moldeada por Dios, que es la de mi hermano o hermana, a la que debo cuidar y sostener con ternura”.
De la mentalidad y la sensibilidad surge el tercer componente, la Praxis-Pedagogía vocacional; la fuerza del Espíritu. A través de una dinámica, vivimos la experiencia de quién no tiene libertad, del oprimido, eso nos llama a trabajar comprometidos, como comunidad educativa a vivir, a liberarnos, a liberar al otro, a trabajar por la justicia. Un llamado a revisar el por qué y para qué del quehacer educativo, es pensar lo que hacemos con el fin de reorientar nuestros esfuerzos, de fortalecernos a nivel personal y así estar al servicio del más necesitado, del ser humano que
necesita escucha, atención, cariño y compañía.
Al conocer y reflexionar lo anterior, logramos conectar la cultura vocacional con la educación, un eje transversal que se diluye en el quehacer educativo.
Un compromiso asumido como parte de misión compartida con las Hermanas Dominicas de la Anunciata, sintonizarnos toda la comunidad educativa, lo vivimos por medio de la dinámica “La rayuela africana” y la “Tela de araña”, que nos invita a generar una sinergia de conocimientos y experiencias que se concreticen en que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes que están en los centros educativos de la Anunciata, tengan las posibilidades necesarias para ser personas de cambio, capaces de conocerse, asumir responsabilidades, solucionar problemas y tener clara su misión en la sociedad que se desenvuelven. Apostarle a una misión educativa que ayude a otros a descubrir el sentido de ser, y ser para los demás.
Dios nos llama a escuchar su voz, a conectarnos con él y a llevar a la práctica aquello de lo que estamos convencidos/as.
Lilia Mendoza y Profesores
Experiencias de algunos docentes.
“Con la alegría y dinamismo que caracteriza a las Hermanas Dominicas de la Anunciata, iniciamos el maravilloso taller de “Cultura vocacional” el cual se dio apertura con la Oración y una dinámica
formativa para luego dar inicio con el desarrollo del tema donde se nos invitó a tener siempre presente la frase de San Francisco Coll “Evangelizar a través de la educación”.
Que como educadores anunciatistas debemos tener un gran sentido de pertenencia e identificación con la misión, para que así a través de nuestra forma de vida sigamos creando cultura para ayudar en el crecimiento de personas más humanas. Traducir la Cultura vocacional al presente, buscando un perfil, cómo debemos planificar, tener bien clara la teoría para llevarlo a la praxis desde nuestras aulas, para no dejarlo solo en palabras sino llevarlo a la acción desde sus tres componentes.
Profesora de la escuela Francisco Coll.
CENTRO EDUCATIVO ANUNCIATA
¿Qué significó para mí la formación?
Fue un encuentro muy bonito, debido a que uno de los objetivos fue encontrarnos a nosotros mismos e ir conociéndonos más. Con el tema “Cultura vocacional” fue un llamado y recordatorio que nos hizo reflexionar y hacer conciencia del llamado que nos hizo Dios en esta vocación tan bonita; el ser Docentes. Pienso que es muy importante tener estos momentos para seguir conociéndonos y hacer una pausa en nuestras actividades que realizamos a diario. Estos momentos de formación nos permite no solo compartir, conocer a mas hermanos y hermanas que vamos por la misma ruta y deseos de poder aportar nuestro granito de arena en estos tiempos
que se viven llenos de retos, en la cual como docentes tenemos un papel muy importante cuando se hace con amor y sobre todo con vocación.
¿Qué enseñanza me dejó la formación?
Que somos una comunidad de la cual me siento muy agradecida de formar parte, somos diferentes a otras instituciones o centros educativos, ya que nos diferenciamos con la misión que San Francisco Coll nos ha dejado. Sin embargo hay muchos retos que enfrentar, pero estas formaciones nos motivan a seguir adelante y sobre todo que no estamos solos, sino que somos una comunidad Anunciatista que vamos dejando huella cuando se vive y entrega con amor a este proyecto de educar y evangelizar a nuestros alumnos.
También aprendí que quienes nos encontramos a pesar de ser de diferentes lugares, hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes con su experiencia, vamos con una misma misión, el ser educadores con vocación y seguir profundizando en la cultura vocacional Tenemos que seguir cultivando y formándonos para cumplir esos objetivos. Gracias por esta motivación, me compromete a seguir trabajando con entrega y amor.
Docente: Lidia Mariana Xón González